Travesía por Hoenn cap. 1

TRAVESÍA POR HOENN: LA HISTORIA DE RUBÍ Y EBOUNDR

Versión 2

1. Siempre hay un comienzo para todo

Toda esta aventura comienza en una casa de Villa Raíz. Un joven llamado Rubí, empezaría su viaje al día siguiente. Era un chico de estatura media para su edad, con ojos grises, y pelo castaño. Su sueño era ser un gran entrenador, como los legendarios entrenadores de Kanto, de los que tanto oyó hablar de pequeño cuando vivía en Ciudad Trigal, en Johto.

Su madre lo llamó para que fuera a la cocina, en donde se encontró con varios regalos para su ardua tarea: una gorra con una pokéball dibujada, una mochila práctica y cómoda para llevar todo lo que necesitara. Unos cuantos libros sobre la crianza y el entrenamiento de pokémon, y un PokéGear. Antes de acostarse, preparó la mochila a conciencia. Se puso el pijama y se fue a dormir.

Al levantarse, se vistió, desayunó, y se fue corriendo al Laboratorio del Profesor Abedul. ¡¡Llegaba tarde!!

En cuanto entró, vio a dos entrenadores esperando. También se fijó en que no estaba el Profesor Abedul, sino otra persona.

¿Qué pasó con Abedul? —preguntó Rubí—

Eso, eso —dijeron los otros—

Bueno, se tuvo que ir a un viaje no planeado  —dijo—

¿Qué viaje? —preguntaron los tres a la vez—

Como sabéis, Hoenn está en peligro. Hay una disputa entre dos bandas criminales llamadas Team Aqua y Team Magma. Supuestamente, acaban de revivir a Kyogre —explicó, intentando omitir detalles—

Uf...¡por eso llovía tanto esta mañana! ¿no? —dijo Rubí—

Sí, por eso —respondió—

A lo que vamos, me llamo Forrest, y os voy a dar un inicial a cada uno. 

Los tres entrenadores eran distintos entre sí, obviamente. Había dos chicos, y una chica.

El chico llevaba una gorra al revés, con la palabra "RAMMSTEIN" escrita, y una camiseta negra, con unos pantalones vaqueros. La chica llevaba una bufanda amarilla, una gorra negra, pantalones vaqueros, y - curiosamente - un tatuaje en el brazo del patrón de Kyogre. También llevaba gafas, y una mochila bien grande.  

Bien, váis a elegir los iniciales, ¿no? —dijo—

Sí —contestaron los tres—

Vamos a ver... —sacó una bolsa, donde estaban los tres pokémon— ¡Estos no son!

O_o ¿En serio? —preguntó la chica, exhaltada—

Sí, parece que son de otras regiones —se fue al ordenador, y buscó información— Parece que son de Kanto, Johto y Hoenn . Son: Totodile, Charmander y Treecko.     

Pues yo... me quedo con Charmander. —dijo el chico, cogiendo la pokéball— parece simpático y fuerte.
Entonces, yo me quedo con Totodile —dijo, sonriendo, cogiendo la pokéball—
Ehmm... yo no sé... pero bueno, me tendré que quedar con Treecko... —dijo Rubí, algo indeciso—
Si no quieres ese pokémon, tengo uno muy especial, y raro. —dijo Forrest—
¡Dámelo, dámelo!
Bien. —fue a la máquina de las pokéball, y le dio a un botón especial— aquí está. Se llama Eevee. Proviene de Kanto, y puede evolucionar en nueve formas distintas. Cógelo si quieres, pero es algo difícil entrenarlo.-
¡Me da igual, lo quiero! —dijo, decididamente, cogiendo la pokéball—
Ahora que todos tenéis inicial, es hora de daros las Pokédex, y las pokéball. —A cada uno le dio 5 Pokéball y una Pokédex de Hoenn—
¡Hasta luego, profesor-cutrón! —Dijeron los tres a la vez—
¡Eh! ¿Qué me habéis llamado? —gritó, visiblemente enfadado—
Se fueron corriendo.

Uf... mucha carrera....—dijo Rubí, intentando respirar— 
Ya, lo sé —dijo el chico—
Y yo —dijo la chica— pero ya me acostumbré. Llevo mucho tiempo viajando.
¿En serio? —preguntó Rubí—
Sí. Desde que tenía 10 años, cuando salí de mi pueblo natal, Pueblo Paleta. —dijo—
¿Qué edad tienes ahora? —preguntó—
15.
Yo tengo 10. ¿Cómo os llamáis? —preguntó Rubí—
14, y me llamo Mike —dijo el chico—  
Me llaman eBounDr  —dijo la chica—
Bien, creo que es hora de que nos separemos, ¿no?
¿Y por qué? —preguntó eBounDr— Podríamos ir juntos...
¡Buena idea! —dijo Mike—
¡Pues vayamos a Pueblo Escaso! —gritó eBounDr, corriendo hacia allí—
¡Sí, vamos! —gritó Rubí—