Capítulo 2
Los comienzos siempre son duros
Los comienzos siempre son duros
Hacía ya un día que había comenzado mi aventura. Deseperado por no encontrar pokémon, llegué a Ciudad Verde y fui directamente al Centro Pokémon. Allí, me esperaba alguien muy familiar...
"Por fin has llegado, ¿eh?" decía Green, con Pokédex y Pokéball en mano -- "Veo que has tardado... ¡como siempre!" tras eso, se empezó a reír como un poseso.
"..." no sabía que decir. Ya me estaba hartando sus idioteces.
"Ja, ja, parece que no sabes qué decir..."
"Cállate ya, por favor" le rogué
"Por cierto, ¿cómo vas con tu Pokédex?" “¿Has avanzado algo, o estás estancado?”
“¿Qué te importa?” le dije, dirigiéndome al piso superior del Centro Pokémon “¿Acaso te he preguntado yo sobre tus progesos?”
“No, pero quería fardar de los míos”
“Muy bien, y, ¿qué tienes?” le pregunté
“Tres pokémon atrapados y diez vistos” “Soy genial” dijo, enseñando la parte de contenidos de su Pokédex.
Yo no sabía si enseñarle la mía, ya que tenía poquísimos datos...
“Venga, muéstrame la tuya” me dijo, con impaciencia
“Vale, vale, espera que la busque...” le contesté, con la mochila en mano, buscándola – “Ah, aquí está” – “Mira.”
“¿¡TRS VISTOS Y UNO ATRAPADO!?” “¡¡¡Ja, ja, ja, ja, ja!!!!” me dijo, riéndose. “Ya sabemos quién será el mejor entrenador”
“Sí, sí, ya... tú y tu madre en bicicleta...”
Tras eso, le dejé con la palabra en la boca y me fui a descansar.
Al día siguiente, bajé para desayunar, y me lo encontré otra vez charlando con Blue.
“Good morning, guys” dije, sonriente
“¡Hola Red!” me dijo Blue también contenta
“Buenos días, Red”
“¿De qué hablabais?” pregunté
“Pues, discutíamos sobre las noticias”
“¿Ehm?” pregunté
“Parece ser que el Team Rocket está en el Mt. Moon” – dijo Green
“¿En serio?”
“Sí” respondió Blue
“Eso no terminará bien” dije
“Eso está claro” dijo Green
“Bueno, creo que cogeré un donut y ya me iré al Bosque Verde”
“¿Tan pronto?” preguntó Blue, como exaltada
“Sí, es que quiero llegar lo más pronto posible a Ciudad Plateada” dije
“Sería mejor que entrenases, Red” dijo Green
“¿Desde cuándo te importa lo que hago? Ayer, igual. Dios mío, qué pesado...” le contesté, abandonado el Centro Pokémon.
“¡Mira lo que has hecho, Green!” le dijo Blue gritando
“Cállate ya”
“Está bien”
Al salir, noté un aire purificador, que te reponía el alma en un momento. El día era soleado y caluroso.
“Creo que sacaré al colega para que disfrute” – me dije – “¡Adelante, Bulba!”
De la Pokéball salió su nuevo colega, la planta con patas.
“¿A qué hace un buen día?” le dije, abrazándolo – “¡Qué día más bonito!”
Nos dirigimos a la Ruta 22, lugar cercano a la famosa Calle Victoria. Al llegar, vimos el edificio justo en frente.
“Mira, Bulba, algún día estaremos allí”
“¡Bulba, bulba!” exclamaba contento
“Me gustaría ir ya, pero todavía queda tanto por recorrer...y tantos amigos por conocer..."
Justo en el momento en el que me puse sensible, apareció un pokémon.
"¡Bulba, bulba!" gritaba Bulba casi sin contener el aliento
"¿Qué pasa?"
Justo en ese momento, me atacó un Nidoran♂. Me atacó con uno de sus cuernos venenosos. Bueno, casi...
"¡Ah!" "¿Bulba?"
Bulba me había protegido del ataque, y tenía un parte de su cara cubierta con una mancha de sangre.
"¿Estás bien?"
Tras preguntárselo, comencé a lanzar órdenes.
"¡Bulba, Placaje!"
Bulba atacó directamente al Nidoran♂, dejándolo inconsciente
“¡Adelante, Pokéball!!” lancé la esfera roja y blanca, y a la tercera vuelta, se quedó en ella.
“Hmm... Nidoran♂ nivel 3...Interesante...” “¡¡No es el momento!!” “¡Bulbasaur, vuelve!” – le devolví a su Pokéball y fui corriendo al Centro Pokémon.
Entré casi sin aliento. Me puse en el mostrador.
“¡Enfermera Joy!”
“Hola, bienvenido”
“¡Mi Bulbasaur está muy mal!”
“Déjame ver... ¿me das la Pokéball?” preguntó
“Sí, claro. Aquí tiene” le respondí, dándole la pokéball
La metió en un aparato especial, y se podía ver su estado actual.
“Tiene una herida algo grave en la cabeza. Parece que ha perdido bastantes PS”
“¿Puedo hacer una llamada de mientras?”
“Sí”
Me acerqué al teléfono y marqué el número del profesor
“Hola, profesor”
“¿Qué te pasa Red? Estás algo apagado”
“Que Bulbasaur se ha hecho una herida en la cabeza... al día de conocerlo. Soy un patético entrenador, ya lo decía Green...” después de decir eso, rompí a lloar
“Tranquilo, Red, seguro que Bulbasaur se recupera. Todos hemos cometidos fallos graves alguna vez. Sería mejor que descansaras un poco”
“Tienes razón”
Desconecté el teléfono y le pregunté a la enfermera sobre su estado, y me dijo “que sería una operación algo delicada”. Así que me fui a dormir preocupado.
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